Te veo sufrir todos los días.
Te veo embarcada en una guerra inútil.
Le veo burlarse abiertamente de ti.
Le veo hacerte feos con un desprecio increíble.
No sé que le ha pasado, no sé si se siente miserable y esa es su forma de sentirse a la altura.
No le reconozco.
Ha perdido el sentido del humor, ha perdido la valentía de reírse de sí mismo, ya no tiene nada agradable.
No parece sentir ni padecer por nadie, ni por ti, ni por él.
Sólo existe sus caprichos, su opinión, su deseo (momentáneo o no).
Veo la impotencia y la rabia de no ser mínimamente apreciada.
Veo tu dolor.
A veces me veo revolviéndome en tu defensa, a veces se me atraganta no sólo un bocado sino toda la comida.
Despierta ya.
Sé feliz y deja que los demás disfruten de ti.
¿Conoces a alguien que haya cambiado completamente de forma de ser sin saber por qué?
